Es un procedimiento endoscópico que permite al médico especialista examinar el colon para detectar anormalidades. Para ello, se coloca por el ano un tubo delgado y flexible llamado videocolonoscopio. El instrumento posee una lente propia y cámara de televisión integrada a un circuito computarizado digital, que permite tomar fotos, si fuera necesario, y grabar el estudio para ser archivado.
Si el médico determina que es necesario evaluar un área del intestino con mayor detalle, se introducen pinzas a través del colonoscopio para obtener una biopsia, totalmente indolora. También puede llevarse a cabo con un cepillo pequeño de recolección celular (test citológico). Estas muestras se envían al laboratorio de Anatomía Patológica para ser analizadas.Si el motivo de la videocolonoscopía es identificar sitios de sangrado, estas áreas pueden controlarse inyectando algunas sustancias o coagulando los vasos sanguíneos sangrantes.