En los últimos años, el aumento del teletrabajo, el uso extendido del celular y las largas horas frente a pantallas transformaron nuestros hábitos de descanso. La exposición prolongada a pantallas, especialmente durante la noche, altera la calidad del sueño e impacta en la salud visual y el bienestar general.
Diciembre, con sus jornadas intensas, cambios de rutina y mayor uso de dispositivos, es un buen momento para revisar cómo estamos durmiendo y qué podemos mejorar.
¿Cómo afecta la luz azul al sueño?
La luz azul emitida por celulares, tablets, monitores y televisores inhibe la producción de melatonina, la hormona que regula el ciclo sueño–vigilia.
Expertos sostienen que la exposición a luz azul entre 1 y 2 horas antes de dormir puede:
- Retrasar la conciliación del sueño,
- Reducir la profundidad del sueño,
- Generar despertares nocturnos,
- Perjudicar el descanso reparador,
- Aumentar la somnolencia al día siguiente.
La estimulación cognitiva (mensajes, redes, videos) activa el cerebro, dificultando aún más el proceso natural de desconexión previo al descanso.
Salud visual y pantallas: qué debemos tener en cuenta
La Asociación Americana de Optometría, junto con guías difundidas por la OMS, explica que el uso prolongado de pantallas puede producir el llamado síndrome visual informático, que incluye:
- Ojos secos o irritados
- Visión borrosa
- Dolor de cabeza
- Fatiga ocular
- Sensación de ardor
- Dificultad para enfocar
- Tensión cervical asociada al esfuerzo visual
Estos síntomas suelen empeorar al final del día y durante los períodos de mayor carga laboral, como puede ser el final del año.
Adolescentes, pantallas y descanso: una combinación desafiante
Múltiples estudios de sueño en adolescentes coinciden en que este grupo es particularmente sensible a los efectos de la luz azul y a la estimulación digital nocturna.
Algunas conclusiones clave:
- La luz azul afecta más al reloj biológico adolescente, retrasando aún más la liberación de melatonina.
- El uso de pantallas en la cama disminuye las horas totales de sueño, algo crítico en una etapa donde el descanso es fundamental para el desarrollo cognitivo y emocional.
- Dormir poco se asocia con problemas de atención, irritabilidad, bajo rendimiento académico y mayor riesgo de trastornos del ánimo.
- Los videojuegos, redes sociales y contenido altamente estimulante generan una hiperactivación que dificulta la desconexión.
- En épocas escolares, esto impacta directamente en el rendimiento. En vacaciones, altera los ritmos biológicos y dificulta retomar rutinas saludables.
Consejos prácticos para mejorar el descanso y cuidar la visión
Compartimos información útil, basados en recomendaciones de especialistas en ergonomía visual.
Para mejorar la calidad del sueño:
- Evitar pantallas 2 horas antes de dormir (o al menos 60 minutos).
- Activar el modo nocturno o filtro de luz azul.
- Crear una rutina relajante: lectura en papel, música suave, luces cálidas.
- Mantener horarios regulares de sueño, incluso los fines de semana.
- Evitar comidas pesadas y alcohol antes de acostarse.
- Mantener el dormitorio libre de pantallas.
Para reducir el impacto visual
- Aplicar la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mirar algo a 20 pies (6 metros) por 20 segundos.
- Ajustar la iluminación ambiental para evitar contrastes fuertes.
- Mantener la pantalla a la altura de los ojos.
- Parpadear con más frecuencia para evitar sequedad ocular.
- Usar lágrimas lubricantes si lo recomienda un profesional.
Para adolescentes
- Definir horarios de uso de pantallas.
- Evitar que duerman con el celular en la cama.
- Desactivar notificaciones a partir de cierta hora.
- Favorecer hábitos de lectura y actividades offline antes de dormir.
Medicina del Sueño en IMAT: diagnóstico y acompañamiento especializado
En IMAT contamos con un área especializada en Medicina del Sueño, dedicada a evaluar y diagnosticar trastornos como:
- Insomnio
- Apnea del sueño
- Ronquidos y respiración alterada
- Movimientos involuntarios nocturnos
- Somnolencia excesiva
- Alteraciones del ciclo sueño–vigilia
Polisomnografías en sede o a domicilio
Realizamos estudios de sueño completos tanto en nuestras instalaciones como en el hogar del paciente, ofreciendo:
- Monitoreo de actividad cerebral (EEG)
- Ritmo cardíaco
- Movimiento ocular
- Respiración
- Nivel de oxígeno
- Movimientos corporales
Este estudio permite obtener un diagnóstico preciso y planificar un tratamiento adecuado junto al profesional referente.
Dormir bien es parte fundamental de la salud
Un descanso adecuado fortalece la memoria, mejora el sistema inmunológico, regula el estado de ánimo y contribuye a la salud cardiovascular.
En IMAT acompañamos a nuestros pacientes con diagnóstico de precisión, profesionales especializados y todas las herramientas necesarias para mejorar la calidad del sueño y el bienestar general.