El cáncer de próstata es el tumor más frecuente entre los varones y representa una de las principales causas de muerte oncológica masculina. Sin embargo, cuando se detecta de manera temprana, las posibilidades de tratamiento efectivo y curación son altas. Por eso, este 11 de junio, en el Día Mundial del Cáncer de Próstata, desde IMAT reforzamos la importancia de la prevención, los chequeos periódicos y el acceso a estudios de última generación.
Tecnología para un diagnóstico preciso
La detección precoz del cáncer de próstata suele comenzar con estudios de laboratorio de rutina: PSA (Antígeno Prostático Específico), que permite identificar posibles alteraciones temprananamente. A partir de allí, y según la evaluación clínica, el médico tratante puede indicar el uso de herramientas diagnósticas de mayor complejidad que permiten optimizar la detección, estadificación y control de la enfermedad:
- Ecografía prostática, es un estudio accesible y no invasivo que evalúa el tamaño, la forma y la estructura de la glándula prostática. Suele ser una de las primeras herramientas utilizadas ante síntomas o hallazgos clínicos que requieran estudio.
- Resonancia Magnética Multiparamétrica de Próstata: este estudio no invasivo se ha convertido en el método de referencia para la evaluación prostática. Gracias a la combinación de imágenes anatómicas y funcionales, permite identificar con precisión la presencia de lesiones sospechosas, su localización y su agresividad potencial. Se utiliza tanto en pacientes con sospecha inicial como en aquellos con seguimiento activo, reduciendo la necesidad de biopsias innecesarias y mejorando la orientación del tratamiento.
- PET-CT con PSMA (Antígeno Prostático Específico de Membrana): este estudio es de elección en el cáncer de próstata; suma las ventajas de la Tomografía Computada con la Medicina Nuclear. Este marcador específico, que se une selectivamente a las células tumorales prostáticas, es una herramienta fundamental para la estadificación del cáncer, la detección precoz de recaídas, metástasis y la planificación terapéutica.
- PET-CT con Colina: en un comienzo fue el isotopo de elección para el diagnóstico del cáncer prostático y su recaída bioquímicas. Actualmente, el PET/PSMA es el de mayor sensibilidad para la detección precoz y seguimiento de la enfermedad.
- Biopsia prostática bajo guía ecográfica: es una práctica ambulatoria que permite obtener muestras de tejido prostático para su análisis histopatológico. Se realiza con anestesia local y es indicada cuando existen hallazgos sospechosos en los estudios de imagen o elevación del PSA.
Factores de riesgo y síntomas frecuentes
El cáncer de próstata suele desarrollarse de forma silenciosa, especialmente en sus etapas iniciales. Sin embargo, hay ciertos factores que aumentan el riesgo:
- Edad: a partir de los 50 años (o antes si hay antecedentes familiares).
- Antecedentes familiares: tener un padre o hermano con cáncer de próstata.
- Raza: los hombres afrodescendientes tienen mayor riesgo.
- Dietas altas en grasas y bajo consumo de vegetales.
Aunque muchas veces es asintomático, en etapas más avanzadas puede presentarse con:
- Dificultad o dolor al orinar.
- Sangre en la orina o el semen.
- Dolor en la zona pélvica o lumbar.
- Necesidad frecuente de orinar, especialmente por la noche.
¿Cuándo consultar al médico?
Se recomienda realizar controles urológicos periódicos a partir de los 50 años, o desde los 45 si existen antecedentes familiares. El control incluye una consulta clínica, análisis del antígeno prostático específico (PSA) y, si se considera necesario, estudios por imágenes como los mencionados antes.
En IMAT, acompañamos a nuestros pacientes en cada paso del camino, combinando experiencia profesional, tecnología de vanguardia y atención personalizada.
Para la realización de cualquiera de los estudios médicos, es necesario contar con una orden médico de tu médico tratante.